Martha Boto
(Argentina, Buenos Aires, 1925-Francia, París, 2004)
Plus helicoidal, ca. 1967
Instalación lumínica, 45 x 41 x 23 cm., base: 101 x 100 x 80 cm.
Inv. 11092
Obra donada por la Asociación en 2007, a través del Programa + arte para el Bellas Artes junto a American Express, adquirida a la Galería GC en arteBA
Comentario sobre la obra por Natalia March
Busco un arte capaz de provocar diferentes emociones, reacciones psicológicas de alegría o tensión, un arte que pueda convertirse en un remedio para el espíritu.
Martha Boto
Las relaciones entre el espacio y el tiempo, la luz y el color, como armonías de un cosmos en permanente cambio es uno de los objetivos que la artista nos propone a los espectadores. Entiende la percepción como una forma de conocimiento y reflexión y de esa manera permite la posibilidad de discutir las certezas que condicionan el concepto de lo real.
Uno de sus objetivos es discutir el canon, preponderar lo perceptual, todo el cuerpo del sujeto, el vínculo directo del espectador con el objeto artístico, sin intermediarios ni explicaciones, rescatando el principio del placer. Sin olvidar que su propuesta condensa una profunda reflexión sobre los valores aparentemente inalterables del arte tanto desde el concepto de original o copia, como invirtiendo el rol pasivo y contemplativo del público, por el del tocar, encender y descubrir.
Plus helicoidal pertenece a sus series de cajas múltiples, objetos seriados, la artista crea una estructura piramidal, subdividida en dos partes. En la superior recubre interiormente el fondo con acero inoxidable semicircular, y ubica por delante dos ejes con círculos del mismo material insertos en diferentes posiciones. La parte inferior, negra y opaca, oculta un motor; cuando el interruptor es accionado por el espectador, genera una vibración en los ejes, provocando un movimiento que multiplica las propiedades reflejantes del material utilizado. Es así que el público queda atraído por una multiplicidad de luces, destellos y deformaciones que se producen en el interior de la pieza y que se extienden más allá de ella ampliando el campo visual.
Martha Boto perteneció al grupo de artistas cinéticos, quienes incorporaron materiales extra artísticos a la obra, unificando ciencia, tecnología y arte en un momento crucial donde el mundo ponía en discusión los paradigmas epistemológicos de todas las formas de conocimiento. Un mundo en ebullición que pretendió cambiar la historia y donde el arte jugó un rol central.
Pionera del arte óptico, cinético, abstracto y geométrico, integró la Asociación Arte Nuevo y el grupo ANFA en Buenos Aires. Viaja a París hacia finales de la década del 50, junto a su marido Gregorio Vardanega, y se contacta con la Galería Denise René donde realizará su primera exposición individual. Explora distintos materiales como el plexiglás, incorpora agua coloreada, aluminio, acero inoxidable, luces, motores, hilos de nylon, placas caladas y espejos. Sus obras forman parte de la colecciones de los más importantes de museos del mundo, como el Centre George Pompidou, Museo Arte Moderno de París, Colección Peggy Guggenheim de Venecia, Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, Los Ángeles County Museum of Art y el Museo Nacional de Bellas Artes, entre otros.