Carmelo Arden Quin

Carmelo Arden Quin
(Uruguay, Rivera, 1913-Francia, Savigny-sur-Orge, 2010)
Sin título, 1980
Óleo sobre madera laqueada, 60 x 29 cm.
Inv. 12178

Obra donada por la Asociación en 2016 a través del Programa de Adquisición de Obras, adquirida en la Galería Palatina en arteBA

Comentario sobre la obra por María Paula Zacharías

Carmelo Arden Quin promovió la libertad frente a los límites tradicionales del marco de encierro y la invención antes que la representación. Fue uno de los grandes pintores abstractos de la vanguardia geométrico-constructiva rioplatense, creador de obras de marco poligonal, estructuras móviles, coplanares, cuadros objeto y piezas cóncavo convexas, además de un defensor de la libertad en los materiales y en las técnicas. En su geometría no admite rigideces, sino que se abre al vuelo, al juego y a la lírica, porque es pintor pero también es poeta, un poeta concreto. El ingreso de estas dos obras de Arden Quin a la colección del Museo Nacional de Bellas Artes, Forme Galbee y Sin título, coincidió con el 70 aniversario de la aparición del Grupo Madí, que tiene a Arden Quin entre sus creadores.

Carmelo Heriberto Alves Oyarzun nació el 16 de marzo de 1913 en Rivera, Uruguay, en una calle fronteriza entre Uruguay y Brasil. Cursó la escuela primaria y la secundaria en la vereda brasileña. En 1935, ya instalado en Montevideo, conoció a Joaquín Torres García y, por un año, se enroló en sus filas deslumbrado. Abrazó por siempre la abstracción. En 1936 realizó sus primeras pinturas no ortogonales. En 1937, instalado en Buenos Aires, trabajó en el frigorífico La Negra, fue militante gremial y político, siempre activo en la lucha antifascista, y tomó cursos universitarios de filosofía y letras. Compartía el taller con el artista chileno Miguel Martínez, y por su intermedio conoció a Gyula Kosice y luego a Tomás Maldonado, Edgar Bayley, Rhod Rothfuss y Lidy Prati. Integró con ellos el grupo editor de la revista Arturo, y en su único número, aparecido en 1944, se publicó su histórico manifiesto: “Ni expresión (primitivismo); ni representación (realismo); ni simbolismo (decadencia). INVENCIÓN. De cualquier cosa; de cualquier acción; forma; mito; por mero juego; por mero sentido de creación: eternidad”.

En 1946, divergencias estéticas provocaron que el grupo se dividiera y así nace el Grupo Madí, con Gyula Kosice, Martín Blaszko, Arden Quin y otros. Hicieron cuatro exposiciones históricas. Arden Quin desdeñó el ángulo recto: su concepto de la poligonalidad es revolucionario.

En 1948 viajó a París, donde realizó numerosas exposiciones, publicó libros de poesía y editó revistas. Fundó entonces el movimiento internacional Madí.

Alto, corpulento, con el pelo ya blanco y la sonrisa cálida, lo encontró la muerte en 2010 en su residencia de Savigny-sur-Orge. Ya había logrado su cometido: con su labor, liberó al arte del marco que era para él “una cárcel para el lenguaje plástico”, y abrió el camino para el arte que vendría después.